CRONICA DE UN SUEÑO ANUNCIADO

lunes 02 de febrero de 2009
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CRONICA DE UN SUEÑO ANUNCIADO
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Se que soy una privilegiada. Soy conciente de que he estado a lo largo de mi vida profesional a solo 10 centímetros de los sueños de mucha gente. Que he hablado con ellos, los he abrazado, los he conocido y ellos me reconocen a mí.

Entiendo perfectamente que algunos de los que “sueñan con conocer a…” sientan que no soy merecedora de estar tan cerca de sus propios sueño.

Pero en ese caso te pido que te pongas en mi lugar. Solo soy una conexión entre esos sueños tuyos y vos, que te acerca un poco más a esos artistas fascinantes que ocupan las paredes de tu cuarto en forma de póster.Pero yo también tenía un póster en mi cuarto. Un póster bigotudo con una boca así de grande. Y era lógico que alguna vez deseara ser aquella que lo presentara o lo entrevistara.Lamentablemente antes de tener la gracia de ocupar un lugar privilegiado en los medios de comunicación, ese sueño se me murió entre los brazos.

Y esa pena, amigos, no hay con que sanarla. Hubiera tenido tantas preguntas maravillosas para hacerle a Freddie Mercury! Hubiera presentado con tanto entusiasmo a Queen en cualquier parte del mundo!

Claro, si hubiera podido. Si ese sueño se hubiera concretado.
Pero ya ves…aquella que es el blanco de las envidias de muchos, NO ha podido cumplir su propio sueño. Todo un paradigma.
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Siempre he sido una mina luchadora, que no baja los brazos. Y si bien nunca podré cumplir mi sueño, he rozado la sensación de cómo se sentiría. Pude entrevistar a Brian May, el guitarrista de Queen, en dos ocasiones, una de ella en su casa de Londres con desayuno incluido. Y eso fue absolutamente maravilloso y satisfactorio para mí. Pero, claro, no es lo mismo.
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Cuando Queen – Paul Rogers visitaron nuestro país en Noviembre del año pasado, viví uno de los momentos más fuertes de mi carrera profesional. Me pidieron que presentara la conferencia de prensa en el hotel donde se alojaron.

No puedo explicarles como me sentí ese día hasta que llegó el momento de hacerlo. No podía pensar en otra cosa, estaba tan nerviosa que no podía ni tomar un café sin temblar.

Pero cuando llego el momento de hacerlo, se me fueron todas las preocupaciones y los nerviosismos. Fue alucinante decir sus nombres, hablar de ellos, presentarlos.

No se como mantuve la compostura. Pero lo hice.

Cuando todo terminó y me subí al taxi para llegar a horario a mi programa de radio; cerré la puerta y llore.

Lloré de emoción porque había cumplido mi sueño.
La vida me regaló la oportunidad tan deseada de presentar a Queen y estaba agradecida.

Pero, claro, no fue lo mismo.

Namaste!
Daisy

Fuente:http://www.10musica.com/contenidos/detalle_weblog.html?idWeblog=52&idWeblog_post=323&comentarios=323