DIOS SALVE A LA REINA Mucho más que un homenaje www.dsr.com.ar

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david decicco

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* DIOS SALVE A LA REINA Mucho más que un homenaje
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Considerado como el mejor tributo del planeta, recrean la mística que el Queen de Freddie Mercury desplegaba sobre el escenario. Esta noche, en el Coliseo, presentan su nuevo espectáculo “The show must go on”
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19/06/2015
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Pablo Padín (voz), Francisco Calgaro (guitarra), Ezequiel Tibaldo (bajo) y Matías Albornoz (batería y coros) son rosarinos y desde hace quince años, exitosamente, se agrupan bajo el nombre de Dios Salve a la Reina, una banda que surgió como la mayoría de los homenajes, para divertirse entre amigos, y que con el correr de los años se consolidó como el mejor tributo de Queen del planeta.
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Así, al menos, lo consideró la revista Rolling Stone, al exaltar el “escandaloso” parecido físico y vocal del cantante con el Freddie Mercury de los ochenta, además de las cualidades artísticas que lo llevan a cantar, gesticular y moverse provocativamente sobre el escenario, escoltado por sus tres compinches, quienes también juegan respetuosamente a ponerse en las emblemáticas pieles de Brian May, John Deacon y Roger Taylor.
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En el último tiempo, la banda ha recorrido tres continentes incluyendo en sus giras numerosos destinos en Latinoamérica, Europa y Australia, con potentes shows integrales que incluyen vestuarios, sonidos e instrumentos que recrean la etapa ochentosa del grupo original. En 2006, en Suiza, en un festival en homenaje a Freddie Mercury, su madre, Jer Bulsara, y su hermana, los vieron actuar en vivo y los felicitaron. También se ganaron el reconocimiento de David Richards, quien grabó y produjo los últimos discos de Queen, Peter Freestone (secretario personal de Mercury), y hasta obtuvieron el guiño del mismísimo Brian May.
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En diálogo con EL DIA, el bajista Ezequiel Tibaldo se refirió a Queen, Freddie Mercury, John Deacon y todos los factores que los llevaron a convertir cada show de Dios Salve a la Reina en un espectáculo musical y teatral de primer nivel.
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-¿Cuál es la clave del éxito de Dios Salve a la Reina?
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- A lo largo de todo este tiempo se fueron dando un montón de factores pero creo que uno importante es el parecido físico natural que tenemos, donde cada uno cayó en el rol de un integrante, sobre todo en el caso de Pablo como Freddie. Y darse como Freddie no es una pavada pero el reúne todas esas condiciones. Logramos una imagen muy cercana a la de Queen y eso pesa muchísimo en el tema de las bandas tributo. La gente quiere volver a ver la imagen de los artistas, sobre todo, de los que ya no están. Eso es lo fundamental.
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-Y también lo es el sonido…
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-Nosotros, en realidad, empezamos a hacer el tributo sin lookearnos como ellos. Nuestra partida fue la música. Todos veníamos de otras bandas. Recrear el sonido era el objetivo y en eso siempre trabajamos. Después, cuando Pablo probó en un show dejándose el bigote, la repercusión fue tal que tuvimos que ir además por la estética ochentosa que es la que más nos interesa. Pero el sonido es fundamental y tiene que ver con la capacidad y el trabajo que le pusimos nosotros para poder sonar de una manera muy ajustada y muy cercana a Queen, y de poder hacer cosas que pensábamos imposibles.
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-¿Por ejemplo?
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-Hacemos algunas canciones de estudio que ellos no tocaron en vivo nunca. Y asusimos además el desafío de hacer la versión completa de “Bohemian Rhapsody”. Queen lo que hacía era poner una grabación en la parte de la ópera y se iban y volvían después. Nosotros dijimos “vamos a probar de tocarla toda” y entre los cuatro logramos algo que nos parece que está muy bueno para el show. La gente lo celebra muchísimo.
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-¿Cómo es ponerse en la piel de John Deacon?
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-La verdad es que lo vivo con mucho respeto, por un lado, y por el otro también como un agradecimiento por lo que ha generado a nivel mundial dentro de su posición. Me siento privilegiado de poder estar tocando las canciones que hizo él o las que no hizo pero que tocaban a tanta gente.
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-¿Creés que bucear en su producción te hizo un mejor músico?
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- Sí. A esta altura es totalmente inseparable, todos crecimos gracias a ellos. Imagínate quince años de nuestras vidas tocando esto -aunque no es lo único que tocamos o que nos gusta- pero es lo que ha marcado nuestra carrera profesional. Estamos totalmente influenciados y yo creo que positivamente por cada uno de los integrantes de Queen. No solo por el caso de John. He aprendido mucho de Queen en sí musicalmente, tanto de Brian como de Freddie. Cuando uno empieza a meterse a ver cómo están hechos los temas para poder reproducirlos vas descubriendo un montón de cosas nuevas.
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-¿Sabés qué fue de la vida de él?
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-Siempre se mantuvo al margen porque según tengo entendido después de que falleció Freddie él dijo “hasta acá llegamos, me parece que no da para seguir”, y se empezó a abrir de la música. Hizo un par de cosas chiquitas, colaboraciones, pero se dedicó a viajes de familia y no quiso vivir de sus regalías, no le interesó seguir dentro de la música. El era muy apegado a Freddie y se ve que lo afectó mucho como para seguir su carrera musical. Incluso ni siquiera le interesó participar en los proyectos que tuvo Brian May.
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-¿Cómo definirías a Queen?
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- Realmente, no sé cómo definirlos. Dentro de lo que es la música moderna, el rock es medio limitado para Queen porque es un grupo que rompió con todos los esquemas. Demostraron muchísimas cosas, sobre todo aquellas que parecían imposibles de hacer y que ellos pudieron alcanzarlas, fusionaron estilos musicales totalmente diversos, generaron canciones tan magníficas y además poderlas llevarlo al vivo con una capacidad increíble. Y, sobre todo, Freddie, con una transmisión que pocos artistas han logrado.
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-¿Y Queen sin Freddie?
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-Yo creo que es algo válido para cualquiera que le gusta la música tener la oportunidad de ver a May, pero es algo que no se puede comparar con el Queen de esa época. Personalmente, creo que ni siquiera se debería llamar Queen.
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-¿Ves, en la actualidad, algún artista que se asemeje, aunque sea un poco, a lo que fue Freddie?
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-Es muy difícil porque la época en la que Freddie empieza a hacerse conocido y cuando ellos empiezan a hacer shows masivos, prácticamente no lo hacía nadie. Entonces, el impacto que lograban en esa época es muy difícil de comparar con la actualidad, y con toda la tecnología que hay ahora. Son momentos totalmente diferentes. Hay muchísimos cantantes muy buenos pero es como que dentro del contexto que surgía toda la música de los setenta, quedó muy destacado y no estoy seguro de que se vuelva a repetir un fenómeno así.
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-De todos los reconocimientos que tuvieron a lo largo de estos quince años, ¿cuáles fueron los que más los movilizaron?
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-Hubo varios, en distintos niveles. Uno es el caso de la mamá de Freddie y la hermana. Hicimos un show en Suiza, para un homenaje que le rindieron, y ellas vieron una parte del concierto y después tuvimos un encuentro muy breve que para nosotros fue súper significativo. ¡Imagínate poder conocerlas cuando cualquier fan se muere de ganas! Pero otro que fue muy importante para nosotros fue haber conocido al productor David Richards. El nos invitó a su estudio y nos contaba, por ejemplo, “con este teclado grabaron ‘Radio Ga Ga”. Fue fantástico ¡Hasta pudimos tocar ahí! Después conocimos al manager de Queen, Jim Beach, que le pareció muy bueno el laburo, y un técnico que trabajaba en el escenario con ellos que decía que le parecía que sonábamos mejor. ¡Que lo digan ellos ya era demasiado!
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-¿Y el encuentro con Brian May?
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-Tuvimos varias oportunidades de conocerlo en Inglaterra. Y él, sin habernos visto tocar en vivo, nos dio el visto bueno y nos alentó diciéndonos “sigan con esto que está bueno”. Para nosotros fue increíble.
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“The show must go on” 
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Es el nombre del nuevo espectáculo que Dios Salve a la Reina presentará hoy a las 21.30 en el Coliseo Podestá, un repaso por distintas épocas de Queen, con algunos temas que nunca fueron tocados en vivo y los infaltables clásicos que forman parte de la banda sonora de varias generaciones. También, y como perlita para los fans, habrá guiños al Wembley del 86, el último gran recital bajo la batuta de Freddie Mercury, considerado como uno de los diez mejores conciertos de toda la historia.

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Fuente: www.eldia.com

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