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COMUNICADO DE PRENSA : AQUÍ
QOL 15 de noviembre del 2011
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El mito de Queen sigue creciendo
-1º de noviembre del 2011
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Fueron tan amados por el público como vilipendiados por la prensa pero nadie puede negar ahora el legado de Queen, una banda que, a lo largo de cuatro décadas, firmó himnos superlativos del rock'n'roll como "We Will Rock You", "We Are The Champions" o "Bohemian Rhapsody".
Cuando se cumplen 40 años desde la formación del grupo y casi veinte desde la desaparición de su carismático cantante, Freddie Mercury, la BBC ha hecho justicia a Queen con un extenso documental que recupera entrevistas con todos los protagonistas y muestra material inédito y anécdotas que sorprenderán a fans acérrimos y a simpatizantes del grupo.
El director Matt O'Casey fue el encargado de editar este proyecto y, pese a que algunos piensan que ya está todo dicho sobre el cuarteto integrado por Freddie Mercury, Brian May, Roger Taylor y John Deacon, asegura que hay "horas de metraje" que aún no han salido a la luz.
Inicios sin Freddie
La película, titulada Days of Our Lives, narra de forma cronológica el ascenso de Queen desde que se conocieron en el Imperial College de Londres. Allí se formó una primera encarnación de la banda, bautizada como Smile y formada por Tim Staffell, Brian May y Roger Taylor. Cuando Staffell dejó el grupo, entró en acción el exótico Farrokh Bulsara (Freddie Mercury), un estudiante de arte que cambió el rumbo de la banda y, por ende, del rock. Aquí empieza la historia de Queen que, con John Deacon al bajo, obtuvo su primer hit, "Seven Seas of Rhye", tras la actuación en un popular programa de la BBC.
Esta primera época de enorme creatividad y éxito ascendente, gracias a piezas como "Killer Queen", estuvo marcada por los problemas económicos del cuarteto, que vivía en la miseria mientras sus managers se paseaban en cochazos. Por suerte, el cambio de fortuna estaba a la vuelta de la esquina, con la publicación de A Night At The Opera y el exitazo de "Bohemian Rhapsody", un disco y una canción que volvió locos a los productores y que marcó un antes y un después en la historia de Queen.
El punk y las críticas
Pese al bombazo de "Bohemian Rhapsody" -una canción de 6 minutos que, contra todo pronóstico, triunfó en las radios-, el siguiente paso de Queen coincidió en plena época del punk. Para entonces (año 1976), las canciones directas, crudas y concisas chocaban totalmente con el estilo elaborado y grandilocuente de Mercury, que fue destrozado por la prensa británica. El propio Mercury relata en el documental su encuentro con Sid Vicious, al que le plantó cara en Wessex Studios, donde grababan los Sex Pistols al mismo tiempo que Queen producía A Day At The Races.
Las embestidas del punk y de la prensa musical no impidieron que Queen arrasara en las listas británicas y llenara Hyde Park en su primer gran concierto en casa. Pero como toda banda inglesa, el reto era "romper" los Estados Unidos. Tuvieron que esperar ocho años para lograr su primer número 1 en las listas americanas. Ni siquiera "We Will Rock You" o "We Are The Champions" -que se convirtieron en himnos deportivos- lograron ese mérito, que llegó en 1980 con Mercury haciendo de Elvis en "Crazy Little Thing Called Love" y el funky "Another One Bites The Dust". El punto álgido en la relación con EE UU fueron tres noches seguidas en el Madison Square Garden de Nueva York, un momento especialmente emotivo para el guitarrista Brian May, que finalmente convenció a su padre para que aceptara su vida de rockstar.
-El enigma de Deacon
Nadie niega la influencia de Mercury en el éxito masivo de Queen. Sin embargo, todos los miembros del grupo participan en el proceso creativo. El caso más curioso es el de John Deacon que puso la magia en "Another One Bites The Dust" -un single que arrasó en las radios afroamericanas pese a las claras reticencias del batería Roger Taylor- y "I Want To Break Free" cuyo famoso vídeo puso en contra al puritano público norteamericano. El documental de Matt O'Casey recupera viejas entrevistas con el enigmático Deacon pero no pudo convencerlo para que participase en la nueva película, pese a intentarlo por "varios medios".
La decadencia de los 80 y el mito de Wembley
Otro de los mitos que repasa el documental es el de los excesos de Freddie Mercury y su contacto con la escena gay en Nueva York y en Múnich, donde ocurrió, de forma espontánea, la colaboración entre Mercury y Bowie para "Under Pressure". Sin embargo, fueron días oscuros para el grupo, que se recuperó al participar, obligados por Bob Geldof, en el Live Aid, un concierto benéfico que reactivó sus carreras e introdujo el mito de Wembley. La música de Queen volvió a los grandes estadios e incluso se atrevieron a viajar a Brasil y Argentina -en plena dictadura-, feudos que Mercury conquistó cual rey del rock. Entre las decisiones menos acertadas del cuarteto, cabe citar el viaje a Suráfrica en pleno apartheid.
Adiós a Mercury
Mientras Queen llenaba estadios al ritmo de "Radio Gaga", "One Vision", "A Kind Of Magic" y demás clásicos, llegó el mazazo: Freddie Mercury contrajo Sida. El deterioro físico del cantante se hizo cada vez más evidente a la vez que aumentaba el acoso de la prensa inglesa. La respuesta de Freddie fue recluirse entre sus allegados y trabajar. Una de las imagenes más impactantes de Days of our lives muestra al vocalista -pálido y agotado- en pleno rodaje de un vídeoclip. Así pasó sus últimos días, componiendo y grabando para ampliar la leyenda de un grupo que cambió la cara del rock.
Queen - Days Of Our Lives forma parte de la sección Excedlents del In-Edit, el festival de Cine Documental Musical de Barcelona, que también incluye cintas de George Harrison, The Kinks, David Bowie, Raimundo Amador y Kings Of Leon, entre muchos otros.
-Fuente: www.adn.es
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30 de octubre del 2011
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Entrevista a Matt O'Casey Director de Queen Days of our lives
Texto: Borja Duñó
Foto: Néstor Noci
Irónicos, excesivos, adorados, detestados y, a su manera, geniales, Queen fueron un grupo irrepetible. Matt O'Casey cuenta TODA la historia en un filme monumental que, ames u odies al grupo, te hará replantear tu relación con él. Reirás y llorarás. Te emocionarás, en definitiva, como lo hizo más de una generación de fans desprejuiciados que se lanzaron a la estela de un grupo que, a pesar de todas sus contradicciones, definió el mainstream de los ochenta. Freddie nació para reinar y lo hizo. Y esto, con la perspectiva del tiempo, pesa más que su trágico final.
Es un documental de dos horas sobre Queen, ¿la grandilocuencia del grupo no permitía contar su historia con menos metraje?
La película fue un encargo de la BBC. Nos preguntaron si podíamos contar en la historia en una hora y dijimos que no, es imposible, pero podemos hacerlo en dos partes, la primera sobre los setenta, porque tiene un arco narrativo perfecto que empieza con el grupo como estudiantes y termina con su ascensión a la cima, convirtiéndose en la banda más grande de América en 1979. Convencimos a los chicos de la BBC diciendo que después de eso podían anunciar la continuación para la noche siguiente. La segunda parte sería la caída en desgracia y el renacimiento. Tres actos en dos noches. La BBC accedió y fue una suerte para nosotros porque ni si quiera en una hora y media podíamos contar la historia entera.
Son dos partes muy distintas.
Sí, con Freddie tienes uno de los frontmen más singulares que han existido. Nació en Zanzíbar, se educó en la India, siguió a Jimi Hendrix cuando estaba en Londres y vio centenares de conciertos suyos, pero a la vez le encantaba Liza Minnelli. ¿Dónde puedes encontrar otra combinación de estos extremos? No se da nunca más, es único. Lo bonito de hacer el documental fue ver la evolución de Freddie, primero un chico con el pelo largo, de habla suave y saliendo con Mary, porque en esa época tenía una novia. Después se hace más musculoso y un icono gay, con una gran habilidad para proyectarse. A medida que el público se hace más numeroso él también crece. Necesitas dos horas para ver esta evolución.
Y tiene un final triste.
¡Trágico! Y lo que más nos conmovió fue la parte en que el grupo cuenta como Freddie combatió el SIDA, empiezas a darte cuenta de su coraje a la hora de enfrentarse a esta situación, y también el metraje de Freddie al final, editarlo fue muy conmovedor, porque estás viendo a un hombre al final de sus días.
Lo más sorprendente es que, con tanto metraje de Freddie, cuando ves el documental casi no te das cuenta de que está hecho sin él.
¿En serio? Esto está muy bien, quisimos hacer eso porque queríamos dar voz a Freddie, mostrar el máximo de sí mismo a lo largo de los años y darle una presencia real.
Veo que eres un entusiasta de Queen.
Sí, bueno, para ser honesto en los setenta yo era un punk y no sabía mucho del grupo, pero lo que recuerdo es que en NME y a los punks no les gustaba Queen, así que quise buscar al periodista que escribió esa entrevista que yo recordaba y que me hizo sentir que Queen eran unos vendidos para revisar su punto de vista. Esto es lo bueno de crecer, cuando eres más joven crees apasionadamente que existe el bien y el mal y que hay bandas que tienes que amar y otras que tienes que odiar. Cuando te haces mayor, te das cuenta de que es mucho más complicado.
¿Quizás se encontraron esa reacción porque eran un grupo de pop y no de rock?
Sí, creo que eran un grupo de pop. Pero lo que me gusta, visto ahora, es su actitud. Eran arrogantes y suficientemente confiados para decir, no importa, porque tenían una visión más amplia de lo que iba a suceder, y también tenían suficiente confianza para hacer buenos discos, mantener su base de fans e ir hacia delante. En la época lo veía como arrogancia, pero creo que las críticas les dolían y eso les encendió, les hizo más fuertes.
¿Qué lugar crees que ocupa Queen en la historia de la música pop o rock?
Son únicos. Hice una película sobre Blondie que traje al festival hace unos años. Blondie empezó como un grupo de punk, hicieron reggae, rap y otros tipos de música y todo el mundo decía, guau, ningún grupo ha hecho esto antes, pero Queen hicieron cosas similares. Hicieron rockabilly con Crazy little thing called love, hicieron disco con Hot Space, hicieron dance con Another One Bites the Dust. Empezaron como un grupo de heavy metal y se convirtieron en muchas cosas, pero lo importante en Queen son las canciones, las composiciones.
Y su imagen, ¿no?
Sí, absolutamente, fueron muy inteligentes, particularmente Freddie, Freddie se dio verdadera cuenta de lo importante que era la imagen.
¿Crees que ahora es un buen momento para contar esta historia, o es algo totalmente atemporal?
Sí, es el momento de hacerlo. Hay un club en Inglaterra llamado Guilty Pleasures [placeres culpables], que también se convirtió en programa de radio hace tres o cuatro años, y el Dj, Sean Rowley, ponía las canciones que la gente no quería confesar que amaban y las canciones de Queen tenían mucha presencia en el programa. Ahora te das cuenta de que la gente ya se atreve a confesarlo, es un placer culpable para todo el mundo, de manera que es un buen momento para Queen.
A pesar de su inmensa popularidad nunca fueron cool, nunca estuvieron de moda, ¿no te parece?
Sí, estuvieron pasados de moda durante mucho tiempo, pero una de las grandes cosas de la música es que cuando la escuchas sin prejuicios, muchos años después, aprecias el valor de la producción, que en Queen es increíble, y de la composición, que es muy inteligente. Y esto es lo que la gente vuelve a escuchar, y por eso gran parte de lo que sucede ahora es la revalorización de grupos del pasado, a través de las giras de reunión, las cajas recopilatorias, las reediciones en CD, pero creo que tiene mucho que ver con la producción, que en Queen es fantástica, y los arreglos, que son extraordinarios.
Has hecho documentales sobre los Beach Boys, Brian Wilson, ahora Queen... ¿cuál es el próximo?
Ahora estoy haciendo un documental sobre Quadrophenia de The Who, con Pete Townshend, y visitamos algunos lugares como el estudio que construyeron para grabar la música. También estoy conociendo a muchos antiguos mods, porque Quadrophenia es la historia de Jimmy, un mod que se vuelve loco en 1964 o 1965. Es una historia fascinante y he tenido mucha suerte de poder contar con Pete Townshend, uno de los personajes más honestos que he entrevistado, cuenta la historia desde el corazón, te cuenta todo lo que es importante.
¿Hay algo que quieras añadir?
Cuando traje Blondie - One Way or Another en el In-edit de 2007 fue una experiencia fantástica, porque cuando haces un documental para televisión británica, tus amigos lo ven y cuando termina recibes algunos sms diciendo si les ha gustado o si no están de acuerdo en algo. Pero estar en el cine y ver la reacción de la gente es fascinante, en In-edit tenemos un público más numeroso que en otros festivales y después la gente viene y habla contigo. Recuerdo haber ido a ver la película sobre Sigur Rós, había como setecientas personas, y la gente se sentaba en el suelo, de manera que casi los pisabas al intentar encontrar un sitio, fue como estar en un concierto, por la pasión y la reverencia que mostraba la gente ante la película y la música. Esto es muy alentador para un cineasta, poder sentir y casi tocar esta atmósfera, resulta inspirador porque te das cuenta de que significa algo para mucha más gente que el público de la BBC, dices "a estos catalanes realmente les gusta" y por eso estoy tan contento de volver a estar aquí este año.
Fuente: www.in-edit.beefeater.es y brianmay.com
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