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¡Mil gracias a Pedro Solís por las imágenes y la información! Saludos cordiales.
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Queen Fan Club Mexico
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CIUDAD DE MÉXICO.- La estrella del pop recordó que el líder de Queen también cumple 20 años de haber fallecido a causa de una bronconeumonía complicada por esta enfermedad.
"Creo que si Freddie estuviera vivo se sentiría de manera similar a como yo me siento. Estaría asombrado de lo lejos que hemos llegado respecto al tratamiento y la prevención del VIH/SIDA en comparación a los primeros trágicos días de la epidemia.
"Sin embargo, también estaría triste y consternado al ver que el estigma sobre esta enfermedad y la homofobia prevalecen", escribió John.
El artista, quien vive en unión civil con su pareja David Furnish desde 2005, agregó que no pierde la esperanza de poder heredarle a su hijo, Zachary Jackson Levon Furnish-John, quien nació el 25 de diciembre de 2010 a través de un vientre de alquiler, un mundo sin sida.
"Tenemos todas las herramientas que necesitamos para detener esta epidemia. Trabajando juntos creo que mi pequeño hijo Zachary y su generación pueden vivir para ver un futuro sin sida.
Pero para llegar allí, tenemos un gran trabajo que realizar. Debemos luchar contra los estigmas, la homofobia y la apatía".
"Tenemos que aprender a amar, a valorar nuestra vida y nuestra salud. Debemos ser honestos en nuestras relaciones. Debemos tomar en serio las conductas de riesgo que ya se han vuelto habituales en nuestra comunidad.
Pero más que nada, debemos educar y movilizar a los jóvenes a unirse a la lucha no sólo contra el sida, sino también por la salud, la aceptación y el amor".
-Siguiendo con la segunda parte del Especial dedicado a la memoria de Freddie Mercury (este jueves 24 de Noviembre se cumplían 20 años de su triste desaparición), retomamos el hilo por donde lo dejamos la semana pasada.
La década de los 80 se abría de manera inmejorable a nivel de éxitos para el grupo. El 23 de febrero llegaban por primera vez al nº1 en EEUU con su tema de clara influencia rockabilly “Crazy little thing called love”, tema escrito por Mercury en Munich. También llegarían a lo más alto de las listas en Canadá, Australia, Nueva Zelanda, México y Holanda. Todo un gran éxito que supieron rentabilizar al máximo.
Posteriormente publicarían varios singles, Save me y Play the game, con un esquema 100% Queen. Buenas melodías y voces, cambios potentes, y por primera vez empiezan a introducir el uso del sintetizador, tal vez como adaptándose a los nuevas tecnologías y por supuesto, a la nueva década que acababa de entrar. Dos canciones que, sin ser nada del otro mundo, tampoco desentonaban en lo que sería su nuevo L.P, The Game, publicado por fin el 30 de Junio de 1980. Un trabajo más acertado que su anterior producción de estudio, Jazz, pero que no dejaba de ser una sencilla colección de singles independientes, en vez de un todo más homogéneo. Esa sería la tónica hasta 1991.
Pero desde luego, como colección de singles, todavía tendrían mucho que aportar con cortes como Sail Away sweet sister (canción muy sencilla y delicada, interpretada y cantada por Brian May), Need your loving tonight (excelente Power pop compuesto por John Deacon), Dragon Attack o Rock it, que aunque no fueron estrictamente singles, sí que dotaban al disco de gran fuerza y melodía. Mención especial, una vez más, a otro número 1, Another one bites the dust, esta vez compuesta por John Deacon. Un tema compuesto bajo la gran influencia Funk del grupo Chic, que casualmente estaban grabando en unos estudios muy cercanos a donde trabajaba Queen. Casi 7 millones de copias vendidas de este single lo convirtieron en su canción más vendida. Llegaría a ser nº 1 de nuevo en EEUU, Canadá, Argentina, Guatemala…e incluso España!
En un día desgraciadamente marcado por la tragedia del asesinato de John Lennon, el 8 de diciembre de 1980, Queen publicaban su peor disco, sin ninguna duda. Su aportación a esa espantosa película llamada Flash Gordon fue acorde a lo que había en el LP. Apenas dos canciones destacables, Flash y The Hero, en un disco realmente para el olvido. Lo demás no dejan de ser momentos de la película musicados por los integrantes del grupo, ya que las únicas dos canciones que no son instrumentales son las anteriormente mencionadas, dos temas que no aportan nada reseñable a la discografía de los británicos.
Antes de lanzar su multimillonario Greatest Hits en noviembre de 1981 (uno de los discos más vendidos de la Historia en UK), publicarían un nuevo single que sería otro grandísimo éxito a nivel mundial. Y es que su única colaboración con David Bowie, Under Pressure, fue magistral, una de las canciones definitivas de principios de los 80. La canción la grabarían en unos estudios que el grupo británico había adquirido en Montreux, Suiza, tras grabar allí parte de su disco Jazz en 1978. Esta vez el tema llegó al número 1 en UK, Argentina y Holanda, convirtiéndose en un clásico instantáneo y en una fija de sus conciertos desde ese momento.
Aprovechando el gran tirón que habían tenido Under Pressure y un poco antes, Another one bites the dust, decidieron orientar su nuevo disco a un sonido más “bailable”, una especie de pastiche funky-dance-pop. Parece ser que el manager que en ese momento tenía Freddie Mercury fue también uno de los artífices para que el grupo se acercara a esos sonidos, cajas de ritmo incluidas, con un resultado bastante flojo. Estaba claro que no atravesaban artísticamente su mejor momento (Under Pressure sería la excepción), y el disco se resiente muchísimo con cortes como Body Language, Action this day, Life is Real (fallido homenaje a Lennon), Calling all girls o Cool Cat. A pesar de ese mal momento, algunos de esos temas conseguían defenderlos muy bien en directo. Y es que cortes como Dancer, Put out the fire, Staying Power o Back Chat, desprovistos de todo tipo de arreglos, sonaban más directos y poderosos en vivo. A pesar de todo, un LP muy flojo del que se conseguirían resarcir en parte con su siguiente trabajo, The Works.
Tras tomarse casi un año sabático al margen del grupo (1983), los distintos integrantes se centraron en sus proyectos paralelos. Brian May trabajó con Eddie Van Halen en su proyecto llamado Star Fleet Project, Roger Taylor empezaría a dar forma a su segundo disco en solitario y Freddie Mercury haría lo propio con su Mr. Bad Guy, futuro debut que se publicaría finalmente en 1985. Parece ser que fue por esta época, y durante su estancia en Munich, cuando su estilo de vida marcaría su fatal desenlace en 1991. Su adicción a la cocaina y sus desenfrenados hábitos sexuales terminarían por pasarle factura, como Brian May cantaría años después en Too much love will kill you, “…you´re the victim of your crime”
Concebido como una sencilla colección de nuevos singles, y con un claro tema de la eterna disputa del Hombre vs. La Máquina, The Works fue publicado el 27 de febrero de 1984, en medio de un momento en el que no parecían encontrar la salida adecuada. Sería, por cierto, la primera vez que se iban a grabar a unos estudios norteamericanos, concretamente en la ciudad de Los Angeles.
Ante la disyuntiva de terminar por abrirse definitivamente camino entre las nuevas tecnologías y medios (sucumbiendo estrepitosamente a toda esa nueva moda) o volver a concebir sus discos de manera más personal, decidieron tirar por el camino de en medio. Con lo cual, el disco funciona a medias. Temas muy recomendables como Hammer to Fall (gana muchísimo en directo, sobre todo la versión de Wembley 1986 donde Brian May se luce), Keep passing the open windows (originalmente concebida para formar parte de una Banda sonora que luego desestimaron), Man on the prowl (nuevo acercamiento de Mercury al sonido de los años 50 con un sonido de piano muy en la línea de Jerry Lee Lewis) y sobre todo, la archiconocida I want to break free (tema compuesto por John Deacon, acompañado con un vídeo memorable en el que parodiaban a una famosa telenovela de la época “Coronation Street” y con un solo de sintetizador, algo bastante inusual en el grupo).
Fue este tema uno de los más recordados del grupo, todo un gran éxito a nivel mundial, y todo un himno, símbolo de la lucha contra la opresión en muchos paises, en especial Sudáfrica. Debido a su vídeo, en el cual los 4 integrantes aparecían disfrazados de mujeres, fue prohibida su rotación en muchos medios norte americanos. Y es que es evidente el diferente sentido del humor que tienen los ingleses y los estadounidenses. Ese hecho haría que el grupo ni se planteara realizar gira por EEUU.
Otro gran éxito, éste compuesto por Roger Taylor, sería Radio Ga Ga, un tema con un sonido muy comercial, pero con una crítica bastante plana y evidente al mundo de la radio de esa época. Sólo funcionaba en directo, y más como acompañamiento coreográfico que otra cosa. Tear it up sería un intento por parte del guitarrista de volver a un sonido más crudo, sencillo y enérgico, pero desde luego que no funciona. Machines (tema de Taylor y May) o It´s a Hard life tampoco logran elevar demasiado el listón. En definitiva, un trabajo mejor que los 2 anteriores, pero aún así algo irregular. La sencilla y emotiva Is this the world we created? sirve para cerrar el disco.
El año siguiente el grupo se lo pasó promocionando el L.P en algunos de sus conciertos más recordados. En enero de 1985 participarían en la primera edición del Macro-Festival Rock in Rio, en Rio de Janeiro, Brasil. Allí actuarían delante de 250.000 personas en un festival que contaría también con la participación de grupos como AC/DC, Whitesnake, Rod Stewart, Iron Maiden, James Taylor y Ozzy Osbourne entre otros. En abril-mayo continuarían su gira por Australia, Nueva Zelanda y Japón.
Y en verano de ese año llegaría otra fecha marcada con letras de oro en la Historia del grupo. El 13 de julio se celebraron dos conciertos simultáneos (con 5 horas de margen debido a la lógica diferencia horaria), uno en el Estadio J.F.K de Philadelphia, y el otro en el estadio londinense de Wembley. La participación de Queen en ese otro Macro-festival del año, Live Aid fue reconocida por unanimidad como la mejor de todo el festival organizado por Bob Geldof para paliar el hambre en Etiopía. Los grupos apenas tocaban unos 20 minutos, debido al gran número de artistas invitados (U2, Dire Straits, Sting, David Bowie, The Who, David Gilmour, Brian Ferry…en Londres, y Joan Baez, Black Sabbath, Beach Boys, Simple Minds, Madonna, Tom Petty, Eric Clapton, Led Zeppelin…en Philadelphia). A las 7 de la tarde saldrían a escena, y conseguirían lo que ningún grupo logró, meterse a las 72.000 personas en el bolsillo en apenas 20 minutos de actuación. Todo eso, por supuesto, gracias al talento innato de uno de los mejores frontman de la Historia del Rock, Freddie Mercury. Wembley era su habitat natural, y allí se movía como si hubiera nacido realmente para ello.
El éxito de dicho concierto consiguió juntar de nuevo a los 4 miembros en el estudio y que compusieran el potente tema One Vision, para la película Águila de Acero. Sin ninguna duda, lo mejor de esa olvidable película era el tema compuesto al unísono por el grupo, y con una letra que parece inspirada en ese reciente festival Live Aid, aunque con una parte que también hace referencia al famoso discurso de Martin Luther King de 1963. One Vision fue publicado como single en noviembre de 1985 y luego la incluirían en su nuevo trabajo, A kind Of Magic, otra aportación del grupo a una nueva Banda Sonora. Esta vez la película sí que estaba a la altura de sus temas. El argumento de la película, la banda sonora, las impactantes escenas, un secundario de lujo (Sean Connery). Highlander (Los Inmortales) sería todo un éxito de crítica y público, y un clásico del cine de los 80.
Unas cuantas canciones de A Kind Of Magic formarían parte de esa Banda Sonora, con un tema central que era una auténtica maravilla, Who wants to live forever, donde la formación se hace acompañar por toda una Orquesta Filarmónica. Una canción con un in-crescendo memorable que 25 años después sigue poniendo los pelos de punta. Este tema es el que abre la cara B del L.P, que continúa de manera muy contundente con un tema 100% Brian May, Gimme the prize, seguramente una de sus canciones más duras, con un solo de guitarra magistral que evoca sonidos escoceses tan propios de la película. El broche final al disco es otra gran composición de Freddie Mercury, Princes of the Universe.
Pero es que además de esos temas más “ocultos”, antes estaba la cara A, la de los éxitos. Además de One vision, compartían tal honor A Kind of magic (uno de los mayores éxitos del batería Roger Taylor), Friends will be friends (típico corte compuesto con el piloto automático y que apuntaba a despedida momentánea)…y dos temas muy estimables, Pain is so close to pleasure (con un sonido que lograba aunar de manera mucho más acertada que en Hot Space estilos tan alejados del grupo como el disco-funk y el soul-pop de la Motown, con una gran línea de bajo de Deacon una vez más) y One year of love. Un disco con un enorme valor emotivo para quien esto escribe, ya que fue el disco con el que les descubrí y que abrió mis oidos al mundo del Rock.
Tras una colosal gira europea con varias memorables actuaciones en Londres (Wembley el 11 y 12 de julio de 1986) y tras pasar también por España con tres actuaciones (Barcelona, Madrid y Marbella el 1,3 y 5 de agosto), darían su último concierto en Knebworth Park ante casi 150.000 personas el 9 de agosto de 1986. Fue éste un concierto añadido a última hora debido a la velocidad a la que se vendieron sus entradas para los conciertos de Wembley. Ésa sería la última vez que los 4 integrantes originales del grupo se juntaran para dar un concierto. Y después se volverían a tomar un respiro.
Tras ese descanso, en 1987 Freddie Mercury vería cumplido uno de sus sueños, cantar con Montserrat Caballé y además, conseguir grabar un disco con el tema principal de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. El disco resultante sería publicado el 10 de octubre de 1988, y llevaría por título Barcelona, y como no podía ser de otra manera era un acercamiento a la Ópera más clásica, una de las grandes pasiones de Freddie Mercury. Desde ese momento M. Caballé se convirtió en una de las mejores amigas y en un inestimable apoyo para el cantante británico, en un momento muy delicado y difícil para él, ya que ya le habían diagnosticado que era portador del virus VIH en Semana Santa de 1987. Sin ninguna duda, éste fue el hecho que determinó que el grupo no realizara más giras, pero por otro lado inyectó en el cantante nuevas energías para seguir grabando todo el material posible. Algo realmente admirable, y que por otro lado, además de permitirle compartir sus momentos con la gente que más le había arropado siempre, le mantenía la cabeza ocupada.
Fruto de esa situación nació The Miracle, que se empezó a grabar en enero de 1988 y cuyo periodo de grabación concluiría un año después. Es éste un disco extraño, irregular, fruto de una situación que todavía no estaba totalmente asimilada. El disco funciona a ratos. Tiene muy buen sonido y algunos temas excelentes, pero el conjunto va un poco a la deriva. Por primera vez aparecían en todos los créditos los 4 integrantes de la banda, en un intento por mostrarse más unidos que nunca (la portada del disco es clara en ese sentido), quizás haciendo frente y solidarizándose con Freddie Mercury y su delicada situación.
Tres semanas antes de publicar este trabajo, lanzarían como single un tema llamado I want it all, otro hard-rock marca de la casa, con una clara composición de Brian May, a pesar de estar los cuatro miembros acreditados en las labores compositivas. Fue un gran éxito que devolvió al grupo a la actualidad y a los primeros puestos de las listas. Y The Miracle saldría por fin a la venta el 22 de mayo de 1989. El comienzo del disco es un tanto inusual, dos temas muy cortos enlazados (apenas 2 minutos cada uno) descolocaban al oyente, y aunque los temas no están mal (Party y Khashoggy´s Ship), quizás no era la mejor forma de abrir el disco del esperado regreso del grupo 3 años después. Quizás los puntos fuertes de este regreso sean Scandal (una dura crítica a los medios de comunicación sensacionalistas británicos que estaban literalmente masacrando al cantante), The Miracle (otra buena colaboración entre Deacon y Mercury), Breakthru (un gran single, que realmente une dos temas independientes, con una introducción a capella que explota de manera abrupta en una línea de bajo magistral con la ayuda de un gran estribillo), pero sobre todo ese tema compuesto básicamente por Mercury que cerraba el disco, Was it all Worth it , una de sus mejores composiciones, sin ningún tipo de duda. Y es que sigue estremeciendo la letra autobiográfica del corte, ese toque tan optimista que habla de la formación de una banda y su desarrollo, los buenos y los malos momentos, preguntándose si “realmente merecía la pena”.
WAS IT ALL WORTH IT (letra traducida gracias a Eze)
¿que me queda por hacer en esta vida?
¿logre todo lo que me había propuesto?
¿soy un hombre feliz, o estoy sobre arenas movedizas?
¿valio la pena? Si.
Escuchad mi historia, dejad que os cuente.
Nos compramos una bateria, yo tocaba mi propia trompeta
tocabamos en el circuito, nos creiamos perfectos.
¿valio la pena entregar mi corazon y mi alma
y quedarme despierto toda la noche?¿valió la pena?
Vivir respirando rock and roll, una vida abandonada de Dios,
¿valio la pena? ¿todos estos años?
Poníamos todo nuestro dinero sin contar los gastos
No importaba si ganabamos, si perdiamos
Sí, eramos viciosos, Sí, podiamos matar
Sí, teniamos hambre, sí teniamos brillo
Servimos a un proposito, como un maldito circo
Fuimos tan finos, os amamos con locura
¿valio la pena? ¿ahora que se acabó toda la fiesta?
Fuimos a Bali, vimos a Dios y a Dali,
tan misticos, surrealistas.
¿valio la pena entregar mi corazon y mi alma y quedarme despierto toda la noche?
¿valió la pena? Vivir respirando rock and roll, esta lucha sin final,
Por supuesto, mereció la pena!
Sabiendo el coste que finalmente tuvo, escuchar a Freddie Mercury terminar la canción con un poderoso grito “Por supuesto, mereció la pena!” sigue produciendo auténticos escalofríos. Sonaba a epitafio, ya que pensaban que ese iba a ser su último trabajo, pero las ganas y las fuerzas (cada vez menos) que aún le quedaban a Freddie Mercury hizo que, tan sólo un mes después de terminar la grabación de The Miracle, continuaran grabando nuevas canciones para otro disco más. Innuendo sí sería el último, y lo terminarían de grabar en Noviembre de 1990.
Cada vez le costaba más a Freddie Mercury poder valerse por sí mismo, incluso los agudos dolores parece ser que le dificultaban mantenerse en pie de manera continua y tenía que estar constantemente medicándose. Sabiendo que el final estaba cada vez más cerca, publicarían un single de adelanto que sería toda una joya, otra de las mejores composiciones de la banda británica, la canción que daría nombre a su nuevo disco, Innuendo, un corte muy en la línea de Led Zeppelin (la influencia de Kashmir es más que evidente) que alcanzó de nuevo el número 1 en UK. La canción cuenta con un interludio maravilloso apoyado en un solo de guitarra española (interpretado por el guitarrista de Yes) al que luego da una excelente réplica Brian May. Un tema que trata de la imposibilidad del ser humano de vivir en harmonía, un corte largo (más de 6 minutos y medio, sin estribillo, con distintas partes, al estilo Bohemian Rhapsody). Un tema superlativo.
A este single, le seguiría una composición extraña y oscura llamada I´m going slightly mad, con un vídeo no menos extraño, donde ya aparecía un Freddie Mercury profundamente maquillado para ocultar lo que cada vez era más evidente. Un nuevo giro de tuerca al repertorio del grupo (y van????) De nuevo todos los temas aparecían firmados por los cuatro componentes, aunque estaba claro que un tema como The Hitman era de Brian May, Ride the wild wind de Roger Taylor (de nuevo asoma su pasión por los coches y la velocidad, en este gran tema de ritmo trepidante y acelerado), All God´s people (uno de los mejores temas del disco, compuesto por Freddie Mercury, un corte de marcado carácter espiritual con influencias muy claras del Gospel) y la inolvidable The Show must go on, donde una vez más Freddie Mercury volvía a bordarlo, cantando como los ángeles, en una poderosa y emotiva canción, optimista y llena de vitalidad, y que, desgraciadamente, esta vez sí, pondría punto y final a su carrera al frente de una de las formaciones más grandes de la Historia del Rock. Está claro que algunos mueren para vivir eternamente en el recuerdo.
Como homenaje, los tres miembros restantes de la formación decidieron rendirle tributo de la mejor manera posible, en Wembley, el 20 de abril de 1992. Con la colaboración de un montón de amigos invitados para la ocasión (Metallica, George Michael, Elton John, David Bowie, Guns n´Roses, Roger Daltrey, Tony Iommy, Robert Plant, Annie Lennox, Bob Geldof…interpretarían algunos temas propios e irían desgranando también temas del repertorio de la banda británica homenajeada junto con los otros tres miembros del grupo. El concierto, además de ser retransmitido en directo a nivel mundial, sirvió para recaudar fondos que irían destinados a la lucha contra el SIDA.
Ya, a modo póstumo, se lanzó un disco en 1995 llamado Made in Heaven. El título lo dice todo, y realmente serían algunas de las últimas canciones grabadas por el cantante, con los retoques y acabados pertinentes del resto del grupo. Destacan, además de Too much love will kill you, tema del guitarrista cantado aquí por Mercury, otro tema sublime, toda una declaración de principios, que desgraciadamente llegaría cuatro años tarde, Let me Live.
Una figura inimitable, ambiciosa, imperfecta, grande, polémica, excesiva, a veces ridícula, pero siempre maravillosa e inigualable, una estrella que se apagó antes de tiempo, y que tan solo fue doblegada por la inesquiva muerte, dejando un hueco que todavía nadie ha llenado 20 años después.
-El canal Bio rendirá homenaje al Rey del Rock con la transmisión de un documental que contiene material inédito
-Hoy se cumple el vigésimo aniversario luctuoso de Freddie Mercury, ídolo y Rey del Rock, portador de una potente voz con la cual coronó a la banda británica Queen como uno de los exponentes más importantes de la escena musical mundial, con éxitos como “Bohemian rhapsody”, “Somebody to love”, “Don’t stop me now” y “We are the champions”.
Para conmemorar al icónico cantante el canal de televisión Bio transmitirá Queen: la mejor época de nuestra vida, documental que contiene material inédito y entrevistas con el guitarrista Brian May y el baterista Roger Taylor, miembros fundadores de Queen, así como John Deacon, bajista integrado a la banda en el 71 y el mismo Mercury. Este trabajo, que consta de dos episodios revivirá la primera aparición de Queen en la lista británica Top of the Pops y los célebres conciertos como Hammersmith en 1975, Live Killers en 1979, Rio de Janeiro y Live Aid en 1985. Hoy se emitirá la primera parte y mañana concluirá por el mismo canal el segundo episodio.
Brian May, guitarrista de Queen anunció que en 2012 se estrenarán canciones inéditas que Freddie Mercury y Michael Jackson grabaron en los años 80. “Michael solía visitarnos cuando estábamos de gira en Estados Unidos. Él y Freddie se hicieron amigos y grabaron juntos varios temas en casa de Michael”, puntualizó Bryan, quien aseguró que los encargados del legado del Rey del Pop ya autorizaron la reproducción de dicho material. La revista británica Uncut publicó que estos temas se podrán escuchar gratis en la página oficial de Queen.
En Youtube se encuentra publicado un adelanto de la unión de los dos reyes con el tema “State of Shock”. Esta canción Michael Jackson la grabó originalmente con Mick Jagger, vocalista de Rolling Stones, a Freddie le gustó tanto que fue una de las que eligió para grabar con Jacko.
La celebración de Mercury comenzó el pasado 5 de septiembre cuando el músico cumpliría 65 años, con fanáticos de todo el mundo que lo proclamaron como la “Leyenda más grande del rock de todos los tiempos”, superando a Elvis Presley y Jimi Hendrix. La celebración se realizó en el Savoy de Londres y también sirvió para recaudar fondos para la fundación Mercury Phoenix Trust, creada en honor a Mercury, la cual combate el SIDA, enfermedad que lo llevó a su deceso. Freddie Mercury murió un día después de confesar que padecía SIDA, dentro de su mansión ubicada en la calle Knighsbridge de Londres. Oriundo de Tanzania, criado en la India y entregado como hijo de Inglaterra, vendió más de 300 millones de discos, grabó duetos con David Bowie y la española Montserrat Caballé.
- Hace veinte años el mundo de la música perdía a una de las figuras más extravagantes de la historia del rock. Peter Freestone perdía a un querido amigo, al que recuerda con profundo afecto.
Durante doce años Peter Freestone vivió al lado de Freddie Mercury, las 24 horas del día y los 365 días del año. Fue su asistente, cocinero, chofer y fiel amigo hasta la muerte del vocalista de Queen. “Freddie era una estrella, yo solo me limité a vivir mi vida”, dice con humildad este hombre que asistió a un sinfín de conciertos alrededor del mundo y que se codeó con los grandes de la música, desde Michael Jackson hasta David Bowie.
Nos reunimos con Peter Freestone, de 56 años, en un bar de Montreux, a orillas del lago Leman. “¿Escuchas la música?”, me pregunta señalando un altavoz en el techo… Suena un tema de la banda británica. Casualidades de la vida.
Peter Freestone: Es una cuestión de estar en el lugar justo y en el momento justo. Corría el año 1979. Me ocupaba del vestuario del Royal Opera House de Londres. Freddie había sido invitado a un evento benéfico. Tras oírlo interpretar Crazy Little Thing Called Love y Bohemian Rhapsody, lo felicité y él me preguntó por mi trabajo. Eso fue todo.
Dos semanas después, el mánager de Queen me llamó para preguntarme si podía encargarme del vestuario de la banda durante una gira por Inglaterra. Y esa fue mi función durante el primer año. Luego Freddie me quiso tener en su casa en Londres. En doce años jamás firmé un contrato.
P.F.: En contestar al teléfono, recibir a las visitas, hacer las compras, pagar las facturas, cocinar, limpiar. En resumen, trataba de que Freddie pudiera concentrarse exclusivamente en la música.
Al inicio ganaba 6.000 libras esterlinas al año. Pero no gastaba un céntimo. O mejor dicho, gastaba del dinero de Freddie. Luego mi sueldo subió a 25.000 libras esterlinas. Prácticamente nunca tuve vacaciones: es decir, acompañaba a Freddie durante las suyas, pero yo siempre trabajaba. Una vez le pregunté si podía tomarme unas semanas libres. Y él me contestó: “¡Pero si acabamos de volver de vacaciones! (risas)
Peter Freestone. (montreuxmusic.com)
P.F.: Nuestra relación variaba según el contexto. Freddie solía cambiar continuamente de una relación profesional a una de verdadera amistad. De vez en cuando se enfadaba conmigo. Y no era porque yo hubiera hecho algo mal, sino porque necesitaba desahogarse. Sabía muy bien que lo entendía. Siempre me pedía mi opinión, aunque luego se saliera con la suya (risas).
Con Freddie aprendí el valor de la amistad. Ha sido el amigo más leal, generoso y amable que he tenido. Ambos estudiamos en un internado en India. Teníamos trayectorias similares. Quizás eso nos unió.
P.F.: Todos conocen su faceta musical, la estrella, el showman. Pero pocos saben que Freddie era una persona muy tímida y tranquila. Le encantaba quedarse en el Garden Lodge, su residencia londinense. Independientemente de la hora a la que se acostara, siempre se despertaba a las nueve, tomaba su té, se vestía de cualquier manera y jugaba con sus gatos o daba de comer a los peces. Esas cosas le hacían tremendamente feliz.
Cuando salía, en cambio, se ponía unos tejanos, una cazadora de piel y gafas de sol. Entonces Freddie se transformaba en una estrella. Se mostraba como los fans querían verlo.
Le encantaba reír. En público se tapaba la boca, se sentía acomplejado por sus dientes. Nunca se los arregló por miedo a que su voz se resintiera. En casa, sin embargo, se reía a carcajadas, sin vergüenza.
P.F.: Entre el público solamente dos, pero desde el backstage al menos 300. El más increíble fue en São Paolo, había 139.000 personas. Fue increíble, un ambiente excepcional.
Freddie también actuó dos veces en Montreux, en el Festival de la Rose d’Or. Por exigencias de la televisión tuvo que cantar en playback, cosa que detestaba. Fueron las únicas veces en su carrera, además del Festival de San Remo, que no cantó en vivo.
Solía tomar un té con limón antes de salir al escenario. Y después del concierto necesitaba salir, cada noche una fiesta. La adrenalina le impedía volver al hotel.
P.F.: La primera que vinimos juntos fue en 1981. Grabamos Under Pressure con David Bowie en los Mountain Studios. En aquella época Suiza era un país de ensueño, un lugar mítico que todos querían visitar. Incluso hoy, la vista sobre los Alpes es espectacular. Las montañas llevan millones de años ahí, pero cada mañana amanecen diferentes.
P.F.: Era muy aburrida. A las dos de la tarde nos reuníamos en el estudio de grabación. Todos los días. A veces Freddie se quedaba un par de horas, otras hasta las cuatro de la madrugada. Y mientras ellos tocaban… yo esperaba.
Tampoco había mucho que hacer en la ciudad, no abundaban los locales nocturnos. Veníamos a Montreux para trabajar. No quedaba tiempo para otras cosas. El Hotel Palace estaba a 500 pasos del estudio, pero Freddie siempre quería ir en coche para no perder tiempo.
Al inicio detestaba la tranquilidad de Montreux. Al final de sus días, sin embargo, anhelaba la calma de este lugar.
P.F.: Al comienzo dejó de salir, y luego también de fumar y beber. En octubre de 1989 el doctor le dijo que le quedaban pocos meses de vida, como mucho hasta Navidad. Su fuerza de voluntad hizo que viviera aún dos años. Freddie sabía que no había remedio contra la enfermedad.
No se dejó abatir y se concentró en la música, que era su vida. Además, desde que supo que estaba enfermo (1987), grabó The Miracle, Innuendo y Barcelona. Trabajaba más que antes. Sabía que tenía los días contados y quería hacer lo máximo.
Yo pensaba que había superado la muerte de Freddie. Pero luego me di cuenta de que no era así. Después de tres años escribí un libro. Fue como una terapia, pude sacar todo el dolor. Freddie me decía siempre que de haberse publicado un libro sobre él, debía contar también las cosas menos buenas. En mis libros hablo también de los lados negativos, de las fiestas y las drogas. Ocultarlo hubiera significado mentir. Y Freddie creía mucho en la sinceridad.
Le echo de menos. A veces pienso en la vida que compartimos. Y luego me digo que tuve la suerte de estar doce años a su lado… Freddie solía decir siempre: no mires al pasado.
P.F.: No, hay cosas que la gente no debe saber. Me gusta hablar con los fans. Tienen preguntas que llevan dentro desde hace años. Cuando me llaman, me siento feliz de poder responderles y contarles lo que he vivido. He pasado doce años increíbles y llevo grabado en mi mente cada recuerdo.
Luigi Jorio, swissinfo.ch
Montreux
(Traducción: Belén Couceiro)
Madrid.- Como cada vez que ocurre conuna efeméride significativa, Twitter se ha volcado hoy con Freddie Mercury. Y es que tal día como hoy, 24 de noviembre, de hace dos décadas, el líder de Queen fallecía en su casa de Londres víctima de una bronconeumonía agravada por el Sida.
Hacía un año ya que Freddie Mercury no aparecía en público cuando su representante daba la noticia de su muerte. Así, las últimas imágenes que se conservan del líder de Queen son las de la entrega de los premios Brit Awards de 1990 (ver vídeo), donde el grupo saltó al escenario para recoger uno de los galardones. Discreto y en un segundo plano, Mercury se mantuvo casi al margen de los agradecimientos, de los que se encargó su compañero Brian May.
Entonces, Mercury se dedicó tan solo a recoger el galardón y sostenerlo en sus manos durante la intervención del grupo. Un simple "gracias, buenas noches", sirvió de despedida para el cantante ante las cámaras, incapaces ya de captarle.Con un traje azul celeste, un pañuelo blanco y sin su inconfundible bigote, muchos apuntaron ya al delicado estado de salud del intérprete.
Sin embargo, Freddie Mercury viviría todavía un año más, poniéndose fin a su agonía en noviembre de 1991, fecha de la cual Twitter se acuerda hoy más que nunca. Y es que el cantante parece haberse hecho inmortal en la red. Numerosos vídeos, fotos y sus canciones inundan la famosa red de microblogging. Los homenajes de los medios, los reportajes de las revistas especializados y los recordatorios de los fans han conseguido que el nombre del fallecido líder de Queen sea trending topic, instalándose en el número 1 de los temas del momento.
Sus frases más célebres también tienen cabida entre los comentarios de los internautas. "Siempre supe que era una estrella, ahora parece que el mundo está de acuerdo conmigo", decían muchos de ellos, convirtiéndose en una de las citas más repetidas. Otros, en cambio, los más jóvenes, se resignan a no haberle podido ver en directo. Algo que suplen recordando alguno de los numerosos y míticos conciertos que el cantante dio con su banda.
Algunos, incluso, se preguntan cómo hubiera sido su vida, hoy tendría 65 años, de haber continuado. Algo que ya nunca se podrá saber a pesar de que parece que en Twitter, el intérprete de 'Bohemian Rhapsody' es inmortal.